Probióticos
La microbiota intestinal se ha definido como «el conjunto de microorganismos que viven en la luz intestinal y que colaboran con la salud del huésped». La flora microbiana es esencial para el desarrollo y la maduración completa del sistema inmunitario.
El estrés, la alimentación excesiva, insuficiente o mal equilibrada, el uso indiscriminado de fármacos, pueden causar disbiosis intestinal. Mantener el equilibrio del ecosistema bacteriano en el tracto gastrointestinal significa contribuir eficazmente al mantenimiento de un buen estado de salud: esto se puede lograr mediante una buena higiene, estándares alimentarios, pero también mediante el uso de fermentos lácticos vivos (probióticos). El término «fermentos lácticos» se deriva de su capacidad de producir ácido láctico a partir de carbohidratos, a través de un proceso enzimático con fermentación: los académicos actualmente están de acuerdo en que la ingesta de probióticos constituye un suplemento ideal para la dieta, ya que puede ayudar a mantener el microsistema funcional.
La ingesta de fermentos lácticos es útil no solo en presencia o en anticipación de alteraciones en el equilibrio de la microflora intestinal (tomar antibióticos, viajar a áreas tropicales) sino que también puede dar excelentes resultados en pacientes que experimentan los síntomas típicos de producción excesiva de gases (distensión abdominal, distensión y flatulencia). La producción de gas, de hecho, depende no solo del tipo de alimentación, sino también de la flora bacteriana.
Efectos fisiológicos de los probióticos:
1. Regulación de la asimilación de nutrientes
2. Aumento de las defensas inmunes
3. Reducción de la intolerancia a la lactosa
4. Disminución del colesterol sérico
5. Efectos antidiarreicos
6. Mejoran el tránsito intestinal
7. Sintetizan las vitaminas del grupo B y B12
8. Mantienen las paredes intestinales intactas, evitando que sean atacadas por patógenos
9. Útil para la síntesis de ácidos grasos esenciales
Nuestros probióticos se caracterizan no solo por su óptima calidad y la alta concentración en fermentos lácticos vivos, sino también por la frescura de los productos, garantizada por la producción frecuente de pequeños lotes. El grado de humedad se verifica constantemente para garantizar la estabilidad durante más tiempo.
La investigación continua para el desarrollo de nuevas tecnologías ha llevado a la formulación de probióticos, como el ACTICOLON, basado en fermentos lácticos vivos gastroprotegidos.