Lactancia materna: el microbiota intestinal del recién nacido se beneficia

La OMS considera la lactancia materna uno de los objetivos prioritarios de salud
pública a nivel mundial. Los beneficios de la leche materna no solo favorecen el desarrollo
adecuado del bebé, sino que también contribuyen a la prevención de numerosas
enfermedades.
La lactancia materna directa es vital para el recién nacido: la leche nutre al bebé, el
contacto piel con piel le brinda seguridad y protección, y este acto favorece la
colonización del microbiota intestinal, lo que permite fortalecer desde las primeras horas
de vida un sistema inmunológico aún inmaduro.

Varios estudios científicos han demostrado que la leche materna contiene bacterias vivas
que desempeñan un papel esencial en la salud del neonato.

La madre comparte sus bacterias con el bebé

Embarazo y lactancia AVD ReformDurante décadas, las palabras “gérmenes” o “microorganismos” —ya sean bacterias, virus,
levaduras o parásitos— han generado temor entre las madres, quienes buscan esterilizar
todo lo que entra en contacto con su hijo. Sin embargo, no todos los microorganismos
son peligrosos.
En el caso de la lactancia materna directa, el paso de microorganismos de la madre al
bebé es crucial para su salud, ya que contribuye positivamente a la colonización del
tracto gastrointestinal desde las primeras horas de vida.
De hecho, este intercambio comienza ya en el último trimestre del embarazo, a través
del eje entero-placentario y un aumento transitorio de la permeabilidad intestinal de la
madre, que permite activar el eje entero-mamario.

También influye el tipo de parto. El parto vaginal facilita la transmisión de una amplia
variedad de Lactobacilos, que desempeñan un papel esencial en la formación del
microbiota del recién nacido. Este proceso:
● Protege contra las primeras infecciones
● Ayuda en la digestión de la lactosa
● Disminuye el riesgo de cólicos intestinales y episodios de llanto persistente

Después del parto, el eje entero-mamario y ciertas células dendríticas facilitan la
transferencia bacteriana desde el intestino de la madre hasta la glándula mamaria,
permitiendo su paso al bebé a través de la lactancia.

Serebiotin Avd reform

Un microbiota sano es fundamental para el crecimiento del recién nacido.

El correcto desarrollo del microbiota intestinal del recién nacido está estrechamente
vinculado a su desarrollo global. No solo se fortalecen las defensas inmunitarias, sino
que también se estimula el desarrollo neurológico, formando el eje intestino-cerebro.
Por ello, es fundamental que las mujeres embarazadas mantengan en equilibrio su propio
microbiota intestinal. Una disbiosis intestinal durante el embarazo puede causar
molestias como el estreñimiento,
pero también representa un riesgo para el feto.
Un crecimiento excesivo de bacterias intestinales puede favorecer el paso de patógenos
desde el intestino hacia la flora vaginal, a través de la evacuación fecal, lo que puede
comprometer la salud del bebé durante el parto.

Los beneficios de la lactancia materna directa

Numerosos estudios científicos han confirmado que la lactancia materna mejora
significativamente la salud del bebé. Por ello, la salud de la madre y de su microbiota
intestinal es esencial.
La lactancia materna directa promueve un mejor desarrollo del microbiota intestinal
del neonato y, como resultado, un sistema inmunológico
más robusto.
La evidencia muestra una relación directa entre la lactancia y:
● Menor incidencia de enfermedades autoinmunes
● Reducción de casos de asma infantil
● Disminución del riesgo de obesidad en la infancia
Todas estas condiciones están estrechamente ligadas a alteraciones del microbiota
durante los primeros años de vida.
Además, se ha observado que la leche materna extraída con sacaleches contiene
menores cantidades de ciertas especies de Bifidobacterium, bacterias clave para el
desarrollo adecuado del sistema inmunológico del bebé.

Categorías

También te puede interesar